¿Quién dijo que las noches mágicas solo eran en Europa o Sudamérica?, ¿Quién habló que ver eso en la Concacaf era posible? o ¿Quiénes decían que solo Herediano y Alajuelense tenían ese honor de disfrutar de esa manera los juegos?, pues esta noche esas emociones invadieron San Juan de Tibás y al mejor estilo de una película de suspenso el Deportivo Saprissa le ganó dos por uno al Santos Laguna y no pierde terreno en la Concacaf Liga de Campeones.
Como es típico en estos juegos, el inicio no fue nada sencillo para Jeaustin Campos. No salieron de la mejor manera las jugadas, literalmente había un divorcio entre los defensas y el mediocampo, que dio a la consecuencia de la anotación lagunera.
Corrió el minuto 19 cuando Tavares se llevó el balón por el costado derecho, ganando el balón a Irving Calderón, se llevó a Néstor Monge en diagonal al centro y aunque Adolfo Machado se coló para salvar el error fue tarde, se la pasó a Javier Orozco y este se la cambió por el costado izquierdo de Carvajal y el terror en las gradas era evidente, silencio sepulcral invadió el Ricardo Saprissa.
Los minutos pasaban y los errores eran más elocuentes, Néstor Monge perdía el balón constantemente, Calderón subió al mediocampo para llegar a un acuerdo pero nada y Deyver Vega retrocedía en varias ocasiones para buscar espacios. Mientras eso pasaba Campos puso a calentar a Daniel Colindres, Mynor Escoe y Dylan Flores para buscar una solución.
El momento de desahogo en los aficionados se dio al minuto 43, en una salida del Saprissa David Guzmán accidentalmente golpeó al central Joel Aguilar Chicas por la nuca con el balón y en las gradas los silbidos inundaron los alrededores de Tibás ya que el cuarteto arbitral se equivocó en varios señalamientos.
Para el segundo tiempo Saprissa cambió de mentalidad y fue otro. Con el ingreso de Daniel Colindres por Deyver Vega dejaron atrás la inseguridad en la creación de juego y aquel monstruo que muchos comentaron al principio salió en el mejor momento de la película.
Los gritos en contra de Guzmán, Monge y hasta a Carvajal quedaron a un lado y esta vez la unión llegó a los locales para acomodar el escenario de una noche que parecía ser trágica.
Al 54’ Chicas marcó un tiro libre para Saprissa y Angulo quién al principio no le salió las cosas desde la táctica fija, pero a partir de esa jugada el partido cambió de dirección. Levantó la cabeza, miró a la barrera para irse al balón pero con la sorpresa que tiró a ras de suelo engañando a Marchesin que reaccionó tarde y Tibás era una locura, el marcador se empató a uno.
La confianza llegó y mientras Jeaustin ya expresaba una cara de tranquilidad, su colega Soboldi pasó de la felicidad a la preocupación porque su rival cambió su propuesta a contragolpear más por los costados.
A la altura del minuto 65 el suspenso se hizo presente al juego con los remates de David Ramírez, Ariel Rodríguez, Daniel Colindres y hasta David Guzmán que no dejaron espacio alguno para que el rival respirara.
El segundo momento de alegría llegó al 77’ en jugada por el sector izquierdo de Guzmán que ya tenía visualizado a Ramírez que estuvo participativo y le inyectaba emoción al público, pero al final el balón la tocó un defensa mexicano y Saprissa demostró una vez más que cuando “La Cueva” se enciende es en serio.
Los canticos de la Ultra Morada cantados por todos (incluyendo jugadores) y los retumbos del estadio por los brincos de los aficionados fueron la cereza en el pastel a una noche que inició de terror, pero que terminó con un final feliz. Los próximos juegos de los morados serán fuera del país y mantiene su casa invicta en la Concacaf Liga de Campeones.
