El partido que desata muchas pasiones, en donde la gente se reúne y es capaz de paralizar el mundo, no importa si es en la tarde en nuestro país o de madrigada en Asia, “El Clásico” dio una vez más de que hablar con un hombre menos el Real Madrid salió del Camp Nou con la victoria y bajo la buena actuación de Keylor Navas.
Pero este juego desde los primeros minutos era inolvidable, el minuto de silencio y el mosaico a Johan Cruyff generaron muchas expresiones de tristeza y admiración por un grande que revolucionó Barcelona.
Al inicio del juego los catalanes dieron el primer golpe por Luis Suarez tras pase de Neymar y la grada se empezó a desesperar. Sergio Ramos recibió la primera amonestación al 10’ a partir de ahí sus faltas subieron la factura y hasta el segundo tiempo jugó de gratis. Unos minutos después de nuevo Ramos hizo de las suyas en una falta a Messi cerca del área, aunque parecía penal, para el central no fue así.
Al estilo del fogueo entre Holanda y Francia, el minuto 14 el balón dejó de rodar por Cruyff, los aplausos y los cánticos fueron más eufóricos para rendir honor al maestro.
Mientras tanto Navas estaba tranquilo, cauto a la espera de los tiros del tridente M-S-N y su primera aparición fue al 20. Rakitic se llevó dos marcas desde la derecha al centro, vio el espacio y remató, lo que no esperó fue la intervención del meta tico que sigue demostrando su buen momento. Silencio en Barcelona.
Para la segunda parte llegaron los goles, muchos dijeron que era Lionel Messi, otros Luis Suarez y hasta Neymar que iban a romper las redes de Navas, pero al final fue Gerard Pique, aquel defensor alto que una de sus afinidades es hacer polémica se quitó la marca de Pepe en un tiro de esquina y de cabeza los culés abrieron el marcador.
La celebración duró muy poco, contragolpe por la izquierda de Toni Kroos, centro preciso para que a Pique se le fuera y de tijereta Karim Benzema empató el partido, las emociones estaban a flor de piel en el Camp Nou.
A nueve minutos del final volvió la polémica con el gol anulado del Real Madrid, quedará a discusión si Gareth Bale en el momento del cabezazo le hizo falta a Jordi Alba. Un minuto más tarde el árbitro se percató que Ramos estaba jugando de gratis, salió expulsado y más bien de desanimarlos, fue un empujón para sacar la victoria.
El encargado de silenciar el templo de los catalanes fue nada más ni menos que Cristiano Ronaldo, recepcionó el balón con el pecho y con un remate a ras de suelo sentenció el juego. Los del Madrid acortan la diferencia en la tabla a siete puntos y la motivación está en lo más alto en la previa de la Champions.