Cuatro juegos han disputado los albicelestes en esta copa y hasta hoy no han tenido rival competente enfrente que sepa detener el poderío y la fórmula mágica del “Tata” Martino combinada con un Messi a media máquina que brilla con fulgor propio y con satélites de brillo similar como el “Pipita” Higuaín, Mascherano, “Chiquito” Romero, entre otros ejes de la maquinaria más efectiva de la Copa.
Los mismos juegos que, un Estados Unidos de inicio frío, ha podido encarar para llegar a hoy, en el quinto juego de la serie, a representar un verdadero peligro para la hegemonía albiceleste. De aquella derrota 0-2 para el olvido ante Colombia, los “gringos” han aprendido y con su ordenado juego táctico de escuela europea inspirado por Jürgen Klinsmann, un brillante Clint Dempsey encabezando el ataque, con el apoyo de Gyasi Zardes, Wood y Wondolowski y una defensa titánica ordenada por Matt Besler, el regreso de DeAndre Yedlin y un Brad Guzan que ha lucido sólido en el arco, no van a ser un “quequito” para la albiceleste.
De la historia, Estados Unidos y Argentina han tenido pocos choques en competiciones internacionales por puntos, siendo —lógicamente— superior Argentina con tres victorias y dos empates, en 87 años de historia.
La primera vez que se cruzaron fue en unos lejanos juegos olímpicos de 1928, en Ámsterdam. En ese entonces, lejos de las reglas actuales, el brillo y las luces que tendrá el NRG de Houston esta noche, los chés liquidaron al cuadro americano por ‘knockout’ de 11 a 2.
Dos años después, el Argentina – EEUU se llevó a cabo como parte del primer Campeonato Mundial de Fútbol, haciendo de este uno de los juegos más añejos de la historia. En esa época, Argentina llegó a la semifinal a enfrentar a los americanos después de ganar el grupo A con tres victorias y enfrentó al ganador del grupo D que solo había ganado dos de trs juegos. La diferencia fue abismal nuevamente, con un Guillermo Stábile camino a la leyenda y Carlos Peucelle, ambos con 2 goles cada uno, más un par adicional para un final de 6-1. El gol gringo lo marcó Jim Brown.
Pasaron después de eso 77 años para que se volvieran a encontrar nuevamente, en 2007 en la Copa América. La diferencia aún fue abismal. En ese partido jugaron dos indiscutibles de esta noche, Mascherano y un tal Messi, que sirvió un gol ese día para el célebre Hernán Crespo, que se iría con doblete. El final, un 4-1, con un penal marcado por Eddie Johnson. Este es el único antecedente previo en Copa América y de ellos no queda nadie en la actual selección.
Estadounidenses y argentinos desde entonces se han engrentado en dos juegos de manera amistosa, un 0-0 en 2008 y un 1-1 en 2011, siendo Esteban Cambiasso el último en marcar para los chés ante los gringos y John Agudelo en viceversa.
Argentina tiene diez juegos en fila sin conocer la derrota y ocho victorias en fila, la última caída fue ante Ecuador de visita, el 15 de octubre anterior. Estados Unidos solo tiene tres juegos sin perder, todos victorias, y en sus últimos 10 partidos solo han perdido en dos ocasiones.
Esta noche, Estados Unidos supondrá el primer reto de peso en la Copa para Argentina. Una afición comprometida —los American Outlaws—, un escenario gigante en el corazón de la “América América” y una escuela europea-alemana que siempre ha complicado a los del sur del continente. Argentina tendrá a su favor su experiencia, su conjunto y cohesión como equipo, y el considerado por algunos el mejor de la historia, Leo Messi.
La acción arranca a partir de las 7:00 p.m.
