

El infierno rojiamarillo recibió a su equipo con mucho más que serpentinas y extintores: Lo recibió con la fe de la remontada y de levantar la Copa 24. Pero la afición no jugaba el juego de vuelta y el equipo que lo hacía parecía no encontrar su rumbo durante los primeros 30 minutos.
La final de vuelta del Torneo de Invierno 2014 se realizó anoche en el Estadio Rosabal Cordero y a pesar de la ventaja de dos goles con los que llegaba el Deportivo Saprissa, no entró a la cancha con un planteamiento meramente defensivo sino buscando ampliar esa brecha que los iba coronar como el equipo centroamericano con más títulos.

Al 21´ José Sánchez disparó al marco, tiro que se queda en las manos del guardameta Carvajal. Catorce minutos después Saprissa responde al tiro florense y Deyver Vega bajó y manejó la pelota con la derecha para rematarla con la zurda. El escueto grito de gol de los pocos morados asistentes convertía en morado el infierno rojiamarillo y parecía que el Monstruo iba a celebrar en casa ajena.
Luego del gol de Vega los heredianos participaron más del partido, pero no fue suficiente para generar peligro en el marco ajeno. El “team” descendía las gradas cabizbajo, herido pero aún no muerto y en el complemento la garra salió con todo a buscar -al menos- los 3 goles del empate global. Así lo dejó entrever Jafet Soto con el ingreso de Verny Scott y Antonio Pedroza, prescinciendo de Gabriel Gómez y Esteban Ramírez respectivamente.

Lo que parecía ser el inicio de la remontada herediana, llegó al minuto 51 con la falta de Keylor Soto sobre el “Mambo” Núñez en el área, mismo que al 53´ Yendrick Ruiz se preparaba para ejecutar. Pero era la noche de Danny Carvajal. Un tiro leído a la derecha es despejado por el meta morado y el estadio se lamentaba. El infierno seguía tiñendose de morado y empezaba a pesarle a los molestos aficionados.

Seis miuntos más tarde Pablo Salazar estalla el Rosabal Cordero con un gol en el marco morado y la esperanza vuelve, la diferencia se achica, la casa pesa. A partir de ése momento Heredia despierta y controla el partido. Víctor Nuñez y José Sánchez presionaban al Saprissa y el balón no abandonaba el territorio florense, a lo que Jeaustin Campos respondió con el ingreso de Jordan Smith y Juan Bustos Golobio por Deyver Vega y Manfred Rusell respectivamente.

En virtud de las pausas por objetos tirados en la cancha y los cambios realizados por los técnicos, se jugaron cinco minutos después de los 90. El infierno se congeló. Henry Bejarano pitó el final del partido y los rojiamarillos vieron a Saprissa celebrar su título 31 en su cancha, en su estadio, en lo que se había convertido en el infierno morado.
Tras el título, Jeaustin Campos se mostró feliz y dijo estar orgulloso del empeño y esfuerzo de sus jugadores. Por su parte, los heredianos salieron a recibir sus medallas, algunos con lágrimas en sus ojos, algunos ausentes pero todos apoyados por una gran afición que no se fue tras la derrota de su equipo.

Por su parte, en el sector noroeste, los aficionados morados esperaban a su equipo.De lejos, pero presentes. A los morados no les importaron los objetos que aún les lanzaban los aficionados heredianos. No les importaron los insultos, los gritos, las amenazas. Les podía su alegría, su campeonato, su ilusión. Tras el partido, los morados se trasladaron al Estadio Ricardo Saprissa donde los una parte grande de su afición se había trasladado para darle la bienvenida al bus que traía no sólo a sus héroes sino también el título 31. La fiesta morada continuó hasta horas de la madrugada y en Heredia una gran familia mostraba su apoyo a los subcampeones nacionales.
Diciembre dejó de ser el fantasma de los bicampeones. Saprissa es el Campeón Nacional.
Club Sport Herediano: Cambronero, Granados, Ruiz, Sanchez, Larin, Myrie, Salazar, Nuñez, Gomez, Ramírez y Calvo.
Deportivo Saprissa: Carvajal, Soto, Mora, Machado, Robinson, Morales, Guzman, Russel, Vega, Colindres y Ramirez.
