El Gladiador Morado y su última batalla

Agradecido. El cariño a la afición siempre fue reciproco, tanto en las buenas como en las malas. Foto: Steban Castro.
Agradecido. El cariño a la afición siempre fue reciproco, tanto en las buenas como en las malas. Foto: Steban Castro.

Durante 16 años de carrera futbolística nunca dio un balón por perdido e hizo lo imposible por detener a sus rivales. De hoy en adelante, el Gladiador del Deportivo Saprissa no peleará más por sus amados colores.

Su última batalla no pudo ganarla. Peor aún, no pudo disputarla. Gabriel Badilla fue suplente en el juego ante Liga Deportiva Alajuelense, donde perdieron 1-5 en el marcador global. Estuvo anuente a ayudar con consejos e indicaciones desde la zona técnica, pero los manudos les pusieron fin al sueño de la Copa 33.

Perder duele, en casa aún más, y ni qué decir de ser eliminados por el acérrimo rival. La tristeza por la eliminación era notable. La mezcla de sentimientos por ser el último partido fue indescriptible. Aun así, se mostró optimista en que dio el máximo por el escudo de sus amores.

Es difícil irse así, pero es parte del futbol. A veces se gana, a veces no. Me voy sabiendo que fueron más cosas buenas que malas las que pasé aquí. La vida continúa y ahora vendrá un camino nuevo”.

Badilla fue un guerrero dentro y fuera de la cancha. Se impuso ante delanteros de alto calibre, pero lo más importante, en el 2013 salió adelante de un tumor que puso en riesgo su carrera deportiva y su vida. Al final, todo salió bien y regresó a los terrenos de juego para hacer lo que más le apasionaba.

Al salir del Ricardo Saprissa, la afición le mostró -una vez más- el afecto que tienen por Badilla. Fue aplaudido y vitoreado por seguidores que a pesar de la derrota se quedaron para darle un mensaje de despedida al futbolista.

El apoyo de la gente no se olvida. No me puedo quejar del cariño de la gente y eso ha sido reciproco. La saprissista es la afición más grande, no me cabe la menor duda, los voy a llevar en mi corazón”.

Sobre su futuro, tiene varios planes que quiere ir cumpliendo. Uno de ellos, pasar más tiempo con su familia, los motores que impulsaron durante casi década y media en el mundo del futbol. Para el Deportivo Saprissa, sabe que vendrán cosas mejores.

El grupo que queda y los que vengan tienen una responsabilidad de poner en lo más alto a este equipo”.

Gabriel Badilla tendrá por siempre grandes triunfos y experiencias: Debutar en el año 2001, vestir la camisa de la Selección Nacional en un Mundial Mayor, Copa Oro y eliminatorias, y obtener el tercer lugar en el Mundial de Clubes del 2005, catalogado quizás como la hazaña más grande de un club costarricense.

El 4 de mayo del 2016, el Gladiador, un icono del saprisissmo dio su última batalla.

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