El 12 de julio de 1998, el destino tenía reservado a Francia, su justo premio por todo su aporte al fútbol mundial. Y era ni más ni menos que la Copa del Mundo misma.
En el Stade de France, un doblete de Zinedine Zidane, usando la cabeza, y otro de Emmanuel Petit, fueron suficientes para que Didier Deschamps, el tipo con más estrella del fútbol francés en toda su historia, alzó el trofeo de la Copa del Mundo al cielo de París, y con “Star Wars Theme” del maestro John Williams de fondo, Francia se embriagaba en el éxtasis del oro.
Sin pensarlo, Francia abrió una Caja de Pandora muy particular. Una de la que nadie había dado cuenta, hasta mucho después.
A partir de ese momento, cada equipo que conseguía el Santo Grial, y era proveniente de Europa, sufría la famosa “Maldición del Campeón”. He aquí sus víctimas.
En 2002, Francia estaba harta de ganarlo todo, ganó Eurocopa y Copa Confederaciones, sin embargo, los galos llegaron a Corea y acabaron cayendo ante Senegal y Dinamarca y apenas sacaron un empate ante Uruguay. Apenas un punto y sin goles anotados.
El siguiente Campeón Mundial Europeo fue Italia, Brasil ganó en 2002 y quedó eliminado en Cuartos ante Francia. Italia venció a Francia en 2006 y para 2010, en un grupo realmente accesible, apenas empató ante Nueva Zelanda y Paraguay y terminó cayendo ante Eslovaquia. Apenas dos puntos de nueve posibles.
En ese recordado 2010, el “Tiki-Taka” español se dejó el título, y para 2014, pusieron pie en Brasil, en donde un holandés errante les propinó la peor paliza dada a un Campeón Mundial defensor, perdieron ante la generación dorada de Chile y apenas vencieron a Australia. Otra víctima más. Ah, ese mismo año, el Rey del Universo fue Alemania.
Todos pensamos que Alemania, el invencible, el que nunca quedó en primera ronda, el que siempre ganaba según palabras de Gary Lineker, demostró ser también un mortal.
En 2018, Alemania cayó ante México y Corea del Sur, y en el medio apenas venció a Suecia. Esto lo dejó eliminó en Fase de Grupos, algo impensable. Y quien alzó el trofeo en Luzhniki, pues quien empezó la maldición: Francia.
La maldición estuvo rondando a los franceses, ya que antes del Mundial, jugadores como N’Golo Kanté, Paul Pogba, Christoph Nkunku y el mismo Karim Benzema, quedaron fuera de la Copa. Y así Francia debía afrontar el primer juego ante Australia.
Un juego que empezó con tintes de que la “Maldición” se manifestaba, ya que en una jugada por la derecha de Mathew Leckie, le ganó la partida a Lucas Hernández, quien se lesionó en el proceso, mandó la pelota al área chica para que Craig Goodwin pusiera apenas a los nueve minutos, el primer gol de juego.
Decíamos que la “Maldición del Campeón” seguía vigente, pues la lesión de Lucas fue más seria, razón por la cual, salió en sustitución de su hermano Theo. Momentos como éstos es donde uno vuelve a ver al cielo clamando por paz, pero Francia se acordó que tenía equipo, y vaya equipo.
A los 27 minutos, en una jugada de Theo Hernández por la izquierda, el del AC Milán mandó el centro para que Adrien Rabiot, el de la Juventus, empatara de cabeza el cotejo.
Cinco minutos después, una combinación de escándalo de Adrien Rabiot y Kylian Mbappé, con un taco de fantasía de éste último, dejó a Rabiot con toda la disposición a centrar, sin embargo, prefirió el pase de la muerte para que Olivier Giroud marcara a placer el 2-1. Ya Francia remontó y no iba a perder la ventaja.
Más bien la aumentaría en el minuto 68, tras un centro de Ousmane Dembélé para que Kylian Mbappé pusiera de cabeza el 3-1.
Cuatro minutos después, Francia, que parecía una apisonadora sin ningún tipo de piedad y misericordia, encontró el cuarto tanto gracias a una de esas jugadas clásicas de aceleración eléctrica de Kylian Mbappé, quien dominó el sector izquierdo, mandó un centro par que Olivier Giroud venciera de nuevo a Matthew Ryan.
Francia demostró que con lo que tiene, no necesita, por el momento, al mejor jugador del mundo. Este partido ante Australia es una clara muestra que Francia, va en pleno desafío, cara a cara contra ese maleficio del monarca, que afectó en el pasado a los de su especie, el cual, sin quererlo, ellos mismos empezaron, y que quieren exorcisar dicho demonio de una buena vez.
Síntesis del juego
4 Francia: Hugo Lloris, Lucas Hernández (Theo Hernández 13′), Dayot Upamecano, Ibrahima Konaté, Benjamin Pavard (Jules Koundé 89′), Aurelien Tchouaméni (Youssouf Fofana 77′), Adrien Rabiot, Antoine Griezmann, Ousmane Dembélé (Kingsley Coman 77′), Kylian Mbappé y Olivier Giroud (Marcos Thuram 89′). DT: Didier Deschamps.
1 Australia: Matthew Ryan, Nathaniel Atkinson (Milos Degenek 85′), Kye Rowles, Aziz Behich, Harry Souttar, Aaron Mooy, Riley McGree (Awer Mabil 73′), Jackson Irvine (Keanu Baccus 85′), Mathew Leckie, Mitchell Duke (Jason Cummings 56′) y Craig Goodwin (Garang Kuol 73′). DT: Graham Arnold.
Goles:
0:1 Craig Goodwin (9′)
1:1 Adrien Rabiot (27′)
2:1 Olivier Giroud (32′)
3:1 Kylian Mbappé (68′)
4:1 Olivier Giroud (72′)
Amonestados:
AUS: Mitchell Duke (55′), Jackson Irvine (80′) y Aaron Mooy (90+5′).
Árbitro Central: Victor Gomes (RSA).
Motivo: Fecha 1 Grupo D Fase Grupos Copa del Mundo Catar 2022.
Estadio: Al Yanub, Al Wakrah, Catar.
Fecha y Hora: Martes 22 de noviembre 2022, 1pm hora tica.
Foto: FIFA.
