Este viernes, frente al pelotón de fusilamiento que son los tribunales de la FIFA, la selección de Chile habría de recordar aquellas tardes remotas en las que no pudo ganarle a Ecuador en la eliminatoria rumbo a Catar 2022. Los ecuatorianos ganaron en Santiago 2-0 y luego empataron 0-0 en Quito. Los chilenos lamentan mucho esos -y otros más- puntos perdidos, pues quedaron fuera del mundial.
Sin embargo, las cosas no se quedaron ahí. La ANFP, federación de fútbol de Chile, denunció ante la FIFA al jugador Byron Castillo, aparentemente por “uso de certificado de nacimiento falso, falsa declaración de edad y falsa nacionalidad”, afirmando que el defensor de 23 años nació en Colombia y fue registrado en Ecuador tres años después.
El objetivo de los chilenos era que la FIFA castigara a Ecuador por concepto de alineación indebida, y que la sentencia le permitiera a La Roja meterse de último momento al mundial por un portillo legal, del que también hubiese podido hacer uso la selección de Colombia.
El mayor ente regulador del fútbol mundial accedió a iniciar una investigación contra Castillo y la selección ecuatoriana, lo que puso en vilo a todo el país y afectó emocionalmente al jugador, quien, en un partido con su club (Barcelona de Ecuador) pidió entre lágrimas a su técnico sacarlo de cambio tras cometer un penal. “Sácame, no aguanto más” fueron las palabras que se le vieron decir al jugador que, según la prensa de Ecuador, se sentía culpable por lo que estaba sucediendo a su alrededor.
Chile -más la federación que los propios jugadores- seguía aferrándose a su reclamo como última oportunidad para volar a Catar y no quedarse otros cuatro años en la soledad sudamericana de quienes no viven la fiesta mundialista. Incluso, el abogado de la ANFP, Eduardo Carlezzo, arremetió contra el fútbol de Ecuador al haber afirmado que “la falsificación de documentos de jugadores no es algo nuevo” en ese país.
Finalmente, este viernes la FIFA dio sentencia del caso, cuyo resultado fue la desestimación del reclamo de Chile y el reconocimiento de la participación de Ecuador en el mundial. “Tras analizar toda la documentación recibida de las partes, la Comisión Disciplinaria de la FIFA ha decidido cerrar el procedimiento disciplinario iniciado contra la Federación Ecuatoriana de Fútbol” expresó el ente futbolístico en un comunicado oficial.
Ahora, se espera que la ANFP siga con sus guerras fútiles tal como el coronel Aureliano Buendía, acudiendo a la Cámara de Apelaciones y luego, si todo sigue negativo, al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), según lo declaró el abogado Carlezzo previo a la inminente resolución en favor de La Tri. “El mundial está cerca y lo que pedimos no ha ocurrido nunca. Puedo decir con toda seguridad que si tuviéramos más tiempo, sin grupos sorteados, no tengo ninguna duda que tendríamos una decisión favorable para Chile” previó el abogado casi aceptando la derrota.
Sin embargo, cualquier apelación será ya una patada de abogado… quiero decir, de ahogado, pues la FIFA ha sido bastante clara con el cierre de la investigación como para darle largas estando a cinco meses del inicio de la copa del mundo.
De esta manera, Ecuador dormirá tranquilo y seguirá soñando con su participación en el grupo A del mundial de Catar, mientras que Chile ha quedado nuevamente eliminado, primero en instancias futbolísticas, ahora en la arena legal, porque como dice el célebre libro utilizado metafóricamente en esta nota: las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra.
