De blanco, azul y rojo

El año 2020 para la Selección Nacional fue futbolísticamente triste, falto de triunfos y con las alertas al máximo.

Foto: Prensa Fedefutbol

Desde muy pequeños, se nos inculcó que la bandera de nuestro país en cuanto a sus colores, a diferencia de generaciones anteriores, no tienen ningún significado real, debido a que Doña Pacífica Fernández, esposa del Primer Presidente de la Nación, José María Castro Madriz, se basó totalmente en los colores de la bandera del hoy, monarca planetario del fútbol, Francia.

Pues, y basados también, en parte del Himno a la Bandera que dice “de blanco, azul y rojo”, aprovecharemos para analizar muy en frío el 2020 de la Sele tras varios días de haber terminado la última fecha FIFA del año en curso.

La Sele en blanco

 

El 1° de febrero del presente año, la Sele caía en una especie de “Día de la Marmota” ante Estados Unidos. Nuevamente perdía por 0-1 el primer sábado de febrero con jugadores del ámbito local y MLS. Er el principio de la catástrofe. Foto: Prensa Fedefutbol.

Es la segunda vez en los 99 años de historia de la Selección Nacional, tanto en juegos oficiales como no oficiales, se fue en año natural sin ganar un partido. No ocurría desde 1949 cuando en ese año, la Tricolor enfrentó al Gremio de Porto Alegre y cuyo resultado fue un 0-5, siendo ese el único juego de la Nacional en esa época.

Lo preocupante es que en este 2020, la Sele jugó cinco encuentros donde solamente se le pudo empatar a la próxima anfitriona de la Copa del Mundo, Catar, en Viena. A partir de ahí, se cuenta en derrotas los cotejos.

Tristeza es azul

El factor COVID afectó al mundo, de eso no hay dudas, pero caer dos veces seguidas en casa ante Panamá, ambas por 0-1, un rival que nunca había triunfado en suelo nacional, y con un nivel de juego triste y paupérrimo, dejó mucho que desear, sobre todo con la lista que Ronald González utilizó para estos amistosos. Una oportunidad perdida esos amistosos del 10 y 13 de octubre. Foto: Prensa Fedefutbol.

A veces los significados de los colores, tienen mucho sentido, sino que lo diga Tristeza, personaje clave de la película Intensamente de Pixar. El color empleado para dicho sentimiento fue el azul, mismo que tiene nuestra bandera y mismo que, siguiendo esta línea, así fue el estilo de juego de la Nacional.

Causa un sentimiento de tristeza el hecho que después del Mundial de Rusia, la Tricolor no ha encontrado realmente un estilo de juego que consiga los resultados positivos de forma expedita. Una Sele sin ganas, con muchos yerros, sobre todo en las sociedades, ejemplo claro en los dos partidos ante Panamá que, hasta compañeros de club, no se sincronizaron correctamente, y más aún las decisiones del técnico Ronald González que lamentablemente no parece encontrar la fórmula para convertir a la Selección en un equipo competitivo.

Alerta Roja

Pese a contar ya con casi el primer equipo, la Sele se vio muy mal en el juego ante Catar. Tuvo sus destellos, pero no fueron suficientes para no pasar de un pobre empate 1-1 ante los del Oriente Medio logrando el primer y único punto en este 2020 el pasado 13 de noviembre. Foto: Prensa Fedefutbol.

Esta situación del 2020 dejó en claro algo. La Selección está en alerta roja, sobre todo, sabiendo que la eliminatoria empezaría en junio del 2021.  Con tan poco tiempo, todo indica que no habrá marcha atrás y que con estos elementos son con los que hará frente la Nacional al proceso eliminatorio para la cita planetaria en Oriente Medio en noviembre y diciembre del 2022.

Costa Rica no jugaba ante un equipo regional de España desde el 2006 cuando cayó por 0-2 ante Catalunya. El pasado 16 de noviembre, la Sele en su último encuentro, no oficial por cierto, ante Euskadi, y con el primer equipo, cayeron sobre la hora por 1-2 en donde, de nuevo, el mal nivel de la Tricolor se notó en casi todo el encuentro. Foto: Prensa Fedefutbol.

Lo más grave son las dudas que dejó el equipo en todos los aspectos, tanto en cancha como en la parte técnica, en donde parece que no hay soluciones a corto plazo con el fin de resolver los inconvenientes que la Selección ha sufrido durante este proceso post Rusia 2018.

Con este panorama, y basado en los tres colores de nuestra amada bandera, es definitivo que las cosas no pintan para nada bien para la Tricolor, lo cual, lo pone con un signo de pregunta bastante grande para el comienzo de la Fase previa al Mundial y en donde, si esto sigue así, no se vislumbra un buen puerto para la escuadra costarricense.

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