En un agridulce empate a dos, donde nuestra selección juega un buen primer tiempo con personalidad tratando de tener mucha posición de pelota por todas sus líneas, tanto así que se logran dos anotaciones.
Pudimos observar muchas deficiencias en zona defensiva, jugadores mal perfilados en la primer línea ante un Jamaica ordenado, de gran oficio, incisivo, rápido y un gran rival.
En el segundo tiempo la Selección Nacional peso poco, jugando a la desesperación y ansiedad; en cambio el rival se creció y tomo confianza, adelantó todas sus líneas creando transiciones muy rápidas en salidas era un juego de fuerza y virtud individual sin embargo perdonaron.
Pablo Cesar Wanchope realizó cambios buscando amplitud y profundidad con Elías Aguilar y Deyver Vega, sin embargo no lograron acoplarse al sistema de juego.
“Sólo somos mejores cuando nos superamos a nosotros mismos”