Club Sport Cartaginés

Sede: Estadio José Rafael ‘Fello’ Meza

Estadio Fello Meza
Ubicación: Barrio los Angeles, Cartago. Propietario: Club Sport Cartaginés Deportiva S.A.
Detalles técnicos: Gramilla: Natural. Capacidad 17.000 espectadores. Dimensiones: 105 x 68m. Apertura: 14 de agosto de 1949

Historia

CSCLa determinación y deseos de trascender y hacer historia, son virtudes muy marcadas en el Club Sport Cartaginés, desde su creación.

Entre una espesa y baja niebla y con bastante frío, como de costumbre la noche del 1 de julio de 1906 se registró en actas el nacimiento del Club Sport Cartaginés. La fundación del Club fue iniciativa del ciudadano canadiense Willie Pirie, un joven de entre 19 y 20 años que llegó a Cartago a principios de 1906 y pronto contrajo matrimonio con una distinguida cartaginesa. Pirie fue fundador, jugador y primer presidente de la institución.

Los primeros trofeos ganados en competencias fueron dos copas que están en la Galería de Trofeos de CSC, que en el terremoto de 1910 fueron rescatadas por Julio Peña.

La primera copa tiene la siguiente leyenda: Obsequio de la Comisión de Fiestas de Cartago, Agosto 1907”.

En el acta del 11 de agosto de ese año se dice que fue donada por los dueños de los tablados participantes en las Fiestas Cívicas. Se ganó en un juego contra el Club Sport Monte Líbano y se celebró bebiendo champán en la misma copa ganada.

“Los trofeos más antiguos que el Cartaginés exhibe en sus vitrinas, los rescató Don Julio de las ruinas del terremoto de 1910 y se los devolvió a la institución cuando ésta se consolido”, reseña don Rogelio Coto.

Primeras glorias

La historia señala que a partir del 4 de mayo de 1910 el fútbol se paralizó en Cartago durante cuatro años, ya que la Plaza Iglesias debió ser utilizada para acciones propias del impacto de los fuertes sismos luego del histórico terremoto de Cartago.

En 1914 un grupo de cartagineses se organizó para echar de nuevo a andar al equipo, aún con las penurias de la reconstrucción de la ciudad y en medio de una realidad en la que algunos fundadores y simpatizantes del Club habían muerto o emigrado de Cartago.

Con nueva gente inició la reorganización y el Cartaginés regresó a las canchas en 1920. Después del gran empeño y dedicación el club volvió a tener una sede denominada Casa Club, situada en lo que fue el primer asiento del Instituto Tecnológico de Costa Rica.

Fue el 21 de junio de 1921 cuando se estableció el fútbol organizado en Costa Rica al fundarse la Liga Nacional, hoy Federación Costarricense de Fútbol. Con esa estructura se jugó el primer Campeonato Nacional de Fútbol de la Primera División con la participación de Club Sport Cartaginés, Club Sport La Libertad, Sociedad Gimnástica Española, Liga Deportiva Alajuelense, Club Sport Herediano y Gimnástica Limonense.

Herediano fue Campeón y Cartaginés segundo. Al año siguiente, 1922, los “rojiamarillos” volvieron a ganar el torneo.

En 1923 fue el Club Sport Cartaginés el que ganó el Campeonato Nacional, con una nómina considerada la mejor de la segunda década de existencia de la institución.

El grupo que ganó el histórico galardón lo integraron los jugadores Antonio Bianchini, Miguel Mejìa, Abel Aguilar, Rafael Alvarado, Jesús y Lorenzo Arias, Ramón Aguilar, Mariano Monge, Mario Carazo, José Croceri, Reinaldo Coto, Ricardo Campos, Abelardo Ramírez y Ovidio Cordero.

Después de la inactividad que le obligaron los terremotos de 1910 el club, retornó a las canchas con uniforme azul y blanco. Con esos colores jugó y ganó el torneo de 1923 y desde entonces se siguió utilizando, olvidándose del azul y rojo originales, debido al extravió de los archivos u la documentación del Club, tras los fuertes sismos de 1910.

Un dato final importante de esta segunda década del club lo constituye el hecho que en 1925 se fueron bajo contrato a jugar fútbol a Cuba tres jugadores del equipo Campeón de 1923: Lorenzo Arias, José Croceri y Ricardo Campos. Estos tres jugadores se convirtieron así en los primeros costarricense en jugar como profesionales en el extranjero.

Campeonato y Retorno

Fue tan espectacular el regreso a la Primera División, que contra todos los pronósticos Cartaginés se impuso a los favoritos y se alzo con el Campeonato, sumando así el segundo en su historia.

En la última fecha del torneo de 1936 Cartaginés venció a Herediano un gol por cero y alcanzó en puntos al Club Sport La Libertad, lo que obligó a definir el campeón en una serie de tres juegos, todos en el Estadio Nacional.

El primer encuentro se jugó el 20 de diciembre con resultado de empate a un gol. El segundo de la serie tuvo lugar el 27 de diciembre con empate a dos.

El juego definitivo se efectuó a las 10:30 de la mañana del domingo 10 de enero de 1937 triunfando Cartaginés un gol por cero, con anotación del capitán del equipo, Walter Evans.

Los jugadores titulares del equipo Campeón fueron: Armando Calleja, Enrique Madriz, Napoleón Aguilar, Godofredo Cruz, Lorenzo Arias, Walter Quesada, Antonio Velazco, Edgar Pacheco, Wàlter Evans, Antonio Monge y Humberto Pacheco.

Ademàs integraron el CSC Campeòn de 1936: Nicolás Sterloff, Omar Flores, José Madriz, Gonzalo Díaz, Otto Meza Ivankovich, Augusto Coto y Aníbal Loría.

El Tercer Campeonato

Apenas 4 años después de ganar espectacularmente el torneo de 1936, la afición cartaginesa disfrutó de otro gran triunfo al ver coronado su equipo una vez más en 1940.

Dos títulos en solo cuatro años. Una proeza que sustenta la afirmación que esa es hasta el momento la Edad Dorada del CSC. Este nuevo campeonato, el tercero de la historia del Club, se gestó con la destacada actuación desempeñada a lo largo de todo el torneo, derrotando en la final al Club Sport Herediano.

El juego tuvo lugar el domingo 12 de enero de 1941 en el Estadio Nacional, a las 3 de la tarde, ante una inusitada concurrencia de 8 mil espectadores. Los brumosos se sobrepusieron gallardamente a una desventaja de un gol contra tres, con que concluyó la primera parte, para acabar dejando tendidos a los rojiamarillos 4 por 3 con dos anotaciones de Hernán Cabalceta y otras dos de “Fello” Meza. Testigo presencial y de honor de esta final fue el entonces Presidente de la República, doctor Rafael Angel Calderón Guardia quien llegó al Estadio Nacional a caballo.

Los campeones de 1940 alinearon así: Manuel Cantillo, Napoleón Aguilar, Enrique Madriz, Carlos Chinchilla, Humberto Cisneros, Jorge Calvo, José Marín, Marcos Madriz, “Fello” Meza, Hernán Cabalceta y Alfonso Arnàez. Completaban el grupo campeón de 1940 el portero Alfredo Cruz Bolaños, Carlos Robles, Rafael Camacho, Antonio Achoy y Godofredo Cruz.

El Maestro

El Cartaginés de 1952.
El Cartaginés de 1952. Foto: martiperarnau.com

La Cuarta Década del CSC, además de los títulos de 1936 y 1940, trajo consigo el debut de quien luego se le considerara el mejor futbolista del Cartaginés en toda la historia. Para muchos incluso, el mejor del país. José Rafael “Fello” Meza, “El Maestro”, quien nació el 6 de julio de 1920 en la ciudad de Cartago y debutó en las filas blanquiazules a los 17 años, en 1937, ganándose rápidamente la titularidad.

Solo tres años después de su debut, “Fello” Meza emergió como la figura más prominente del club y obtuvo el título de goleador nacional en 1940 con 13 anotaciones, a pesar de haber jugado solo nueve encuentros, debido a una lesión.

Vinieron varias series internacionales al concluir el campeonato, en las cuales siempre participó, sea defendiendo los colores del Cartaginés o los otros equipos y combinados nacionales que le pidieron de refuerzo, una de ellas contra Estudiantes de la Plata de Argentina, al que en tres juegos le anotó cinco goles. Los argentinos quisieron contratar a “Fello”, pero la dirigencia del fútbol nacional lo declaró intrasferible en virtud que estaba por jugarse el I Campeonato Centroamericano y del Caribe de Fútbol.

En ese certamen, tuvo una destacada participación que llevó a Costa Rica al título en forma invicta. Ese papel catapultó a Meza al fútbol internacional, pretendido por equipos como el América de México, pero finalmente fichado por el Moctezuma de Orizaba, también de ese país, por 200 dólares mensuales, hacia donde partió el 22 de junio de 1941, un día después de contraer nupcias con Lydia Montoya.

En su debut en México fue campeón goleador con 21 tantos en 12 partidos, para luego viajar a Argentina en octubre de 1942, contratado por Estudiantes de la Plata. Ahí permaneció dos temporadas alcanzando de nuevo grandes elogios al convertir 18 y 15 anotaciones en 1942-43 y 1943-44, respectivamente.

'Fello' Meza
‘Fello’ Meza, el maestro del fútbol brumoso. Foto: martinperarnau.com

En 1944 “Fello” regresa al país pero parte de nuevo hacia México contratado por el Moctezuma, con el cual logra en 1945 otros 21 goles. La temporada siguiente pasó al Atlante, que pagó 10 mil dólares por su ficha, una cifra muy alta en aquellos tiempos, Club con el cual alcanza el campeonato mexicano en la temporada 1946-47, y 35,36 y 32 goles en tres temporadas con los azulgranas. En 1949 retornó al Moctezuma por unos meses. Ahí consiguió otros 19 goles y finalizó su experiencia en México con una alta producción de 163 goles. Ese mismo año “Fello” regresó a Costa Rica. Tras un breve descanso partió a Colombia a jugar la temporada 1950-1951 con la Universidad de Bogotá, lesionándose en la rótula. Solo pudo actuar en 8 juegos para una producción de 8 goles. El infortunio hizo que regresara al país, donde estuvo en recuperación seis meses. Se incorporó luego al Cartaginés donde cumplió una doble función como jugador y entrenador, experiencia que ya le había sido encomendada en su segunda etapa en el Moctezuma.

Tras varios partidos con el equipo de sus amores, el CSC, viajó a Honduras donde cumplió en dos etapas su última experiencia internacional haciéndolas también de jugador y entrenador en el equipo Aduana de Tela. En 1955 reapareció con el Cartaginés y jugó a la par de su hermano Jaime, también excelente futbolista, contribuyendo ambos a obtener la credencial de la delantera más efectiva del campeonato. Para ponerle fin a su exitosa carrera, “Fello” fue contratado por el Club Sport Herediano con el que jugó y ganó el campeonato de 1955-1956.

La guerra civil

De nuevo la institución brumosa se enfrenta a vicisitudes del destino, ahora en relación a la Guerra Civil de 1948 que derivó otra vez en la pérdida de su sede social, quemada como consecuencia de un siniestro. Fue la segunda ocasión que un incendio dejó al Club sin sede, una calamidad ya experimentada en abril de 1936.

Tiene, sin embargo, su brillo deportivo esta década (1946-1955), pues emergieron nuevas figuras que mantuvieron al Cartaginés vigente. Así aparecieron en el Cartaginés para dejar su huella jugadores como: Asdrúbal Meneses, “Colorado” Alvarado, Alexis Goñi, Guido Cubero, Panzón Umaña, Danilo Alfaro, Jaime Meza, “Tazo” Jiménez, “Lulu” Jiménez y Valverde.

Casa Propia

El nombre del recordado Rogelio Coto y su vida de entrega a la institución, es la viga sobre la cual se llevó feliz realidad la construcción del Estadio del Club Sport Cartaginés. Y es que fue por su tenacidad, inteligencia bien aplicada y su corazón completamente azul, que al asumir la Presidencia del CSC, en 1946, trabajó en entrega plena hacia esa meta, en ese momento un sueño muy lejano. Don Jesús Arrieta López, don Efraín Ramírez y don Adalberto Navarro, son otros dos directivos que trabajaron duro por la causa, a la par de un cartaginés que también puso alma, vida, corazón y manos a la obra en pro de la construcción del Estadio,  Eladio Alonso Andrés, para esa época presidente de la Municipalidad de Cartago y también miembro directivo del CSC.

Don Adalberto Navarro propuso y gestionó la compra de un terreno de unas 32 mil varas cuadradas, perteneciente a la señora Chepita Robles Arias, tasándose el precio a un colón por vara cuadrada, medida vigente en esa época.

El terreno era un lugar áspero y pantanoso al que se llegaba solamente por trillos. Era un sitio campesinamente lejos de la ciudad, aunque no lo concibamos así a los ojos de hoy. Ubicándonos en las clasificaciones de la actualidad, hablamos de un humedal que recibía las aguas del Norte de Cartago, en razón de lo cual se le conoció con el nombre de Cantarrana, porque el croar de las ranas era muy común en ese medio ambiente.

Fue el 18 de mayo de 1946 cuando se formalizó legalmente la compra por un total de 32 mil colones: 15 mil en efectivo que se le entregaron a doña Chepita más 17 mil en hipoteca. Para hacerle frente a la deuda pendiente e iniciar las obras de construcción hubo necesidad de segregar un lote de 1549 metros cuadrados que se le vendió a don José González Granados. Los miembros directivos de la institución, con el afán de impulsar el inicio de las obras, donaron cada uno un saco de cemento, en tiempos en que el valor de cada saco era de 7 colones, lo cual motivó una fila de aportes similares. Fue así como los directivos del Cartaginés, respaldados por la Municipalidad de Cartago, llevaron adelante la construcción del Estadio iniciándola en 1946 y terminándola en 1949, en un proceso que demandó varias etapas de trabajo.

Mediados de siglo y la sequía de torneos.

Leonel Hernández
Leonel Hernández, gloria del fútbol brumoso.

Entre 1956 y 1965 el Club Sport Cartaginés continúa su marcha en medio de una década que podríamos ubicar en dos partes, divididas por el impacto de otro duro designio de la Naturaleza. Del 56 al 63 hay poco que decir en lo futbolístico, constituyendo este período años y campeonatos durante los cuales el equipo nunca despegó.

Pero todo no fue malo para el Cartaginés en esos años. Hubo también hechos de distinción histórica, como el debut de Leonel Hernández en la Primera División, el día 15 de abril de 1962 en el Estadio de Cartago, con triunfo local sobre Saprissa 2 goles a 1.

Se le denominaría rápidamente “El Billarista del Fútbol”, por el dominio de balón, le elegancia y vistosidad de su juego, que durante 20 años entregó a la causa azul y blanco, la única camiseta que vistió hasta su retiro en 1977, además de la azul, blanco y rojo.

Leonel Hernández es considerado el segundo mejor jugador del Cartaginés en sus cien años de historia, únicamente superado por “Fello” Meza. En los inicios de la década de los 60 figuran entre los jugadores más distinguidos del Cartaginés: Asdrúbal Meneses, Guido Cubero, Tarcisio Guillén, “Pelirrojo” Córdoba y “Gallego” Armijo, goleador nacional en el Campeonato de 1960 con 16 tantos.

Memorable es también el debut de otro eternamente grande” en la historia del CSC: Wally Vaughns Scout, en 1964. Wally, quién igualmente tuvo toda su carrera como únicas camisetas, la del Cartaginés y la Selección Nacional, fue un imán de atracción en cuanto estadio jugó. Dicese de él que cuando tomaba el balón la gente se levantaba para disfrutar sus desplazamientos, algo que le deparó aplausos y reconocimientos por doquier, hasta su retiro en 1978.

Los trágicos sesentas

La década que estamos repasando la dividen dos nuevos fenómenos naturales que dejaron una profusa marca en la historia de Cartago. Se trata, por una parte, de las cenizas que desde el jueves 13 de marzo de 1963 oscurecieron los cielos y cubrieron los suelos de Cartago y parte del Valle Central, a partir del cráter del volcán Irazú. Cuando la gente comenzaba a dar gracias por la extinción del fenómeno, la fatalidad resurgió desde las aguas del Río Reventado, que el 9 de diciembre produjo una pavorosa inundación que causó la pérdida de vidas humanas, varios centenares de casas, pérdida de cultivos y la evacuación de varios miles de personas.

Unos y otros factores llevaron al Club a los límites de la quiebra en 1963, situación que logró solventarse gracias nuevamente a la abnegación de hombres como Rogelio Coto Monge y el Lic. Rafael Cordero.

En el año de 1965 Coto retornó a la Presidencia del Cartaginés, siendo éste el inicio del denominado equipo “Ballet Azul”, que ganó tanta fama y prestigio durante varios años. El espectáculo y rendimiento que caracterizó al “Ballet Azul” llenaron las arcas del Cartaginés y alejó al Club de las “vacas flacas” de 1963.

Fue el equipo que hizo renacer la esperanza y la alegría en los aficionados, sumergidos en las angustias ocasionadas por el Irazú y el río Reventado, que no había forma de olvidar.Fue el locutor y ex director técnico, don Luis Cartín Paniagua, quien en 1965 popularizaba desde la radio al Cartaginés como el “Ballet Azul”, equipo que al finalizar el torneo fue tercero, pese a una primera vuelta en la que ocupó el último lugar.

El Ballet Azul

La década de 1966-1975 inició con un equipo Cartaginés, denominado popularmente “El Ballet Azul”, dando espectáculo, generando emociones, simpatías y admiración en todas las canchas del país.

Esa bonanza futbolística multiplicó los ingresos económicos del Club y se tradujo en una notoria mejoría en las arcas de los demás equipos, beneficiados por la cantidad de seguidores que admiraban al Cartaginés donde jugara.

En 1966 los compromisos internacionales fueron intensos para el CSC con un total de siete confrontaciones, gracias al hecho de tener un buen equipo. Sobresale una gira efectuada a Estados Unidos (primer equipo tico que viajó a esa nación), donde enfrentó al Guadalajara de México y al Emelec de Ecuador. Al concluir el Campeonato nuevamente Cartaginés fue tercero, algo duro para sus seguidores que veían pasar otra campaña de gran espectáculo y altas expectativas, pero sin alcanzar título.

Los buenos momentos del CSC, de los años 1965-1966 quedaron en el recuerdo durante 1967, año en que el equipo bajó de posiciones intermedias de la tabla. Para 1968 el rendimiento subió y se obtuvo el sub-campeonato. Pero fue para el torneo de 1969 cuando el “Ballet Azul” volvió por sus fueros, siendo reconocido en todas las canchas del país como el mejor del fútbol nacional, atrayendo como local y visitante grandes cantidades de aficionados. Cartaginés brillaba con luz propia y se perfilaba como futuro campeón, reactivando el entusiasmo y la fe entre los aficionados brumosos. La afición parecía ya recuperada de la decepción que dejó el torneo de 1966, que una vez más vio escaparse un título nacional, a pesar del gran rendimiento y espectáculo demostrado por el equipo.

Otros dos grandes equipos

Durante los setentas, dos muy buenos equipos que lográ conformar el Cartaginés, los cuales ganaron el subcampeonato en los años 1973 y 1975, superando los logros deportivos del “Ballet Azul”. De los equipos subcampeones 1973-1975 se recuerdan jugadores como: “Bobby” Àlvarez, Víctor Monge, Mario Esquivel, Fernando Jiménez, Walter Elizondo, “Magús” Brenes, “Macana” Campos, Alfredo Piedra, entre otros.

El CSC volvió a tener momentos dignos de reconocimiento al ganar los subcampeonatos de 1977,1979, con dos muy buenos equipos. La final del 79, en el Estadio Nacional frente al Club Sport Herediano marcó un récord de asistencia en la época y que duró por mucho tiempo en el fútbol costarricense, con una concurrencia que superó las 24 mil 400 personas.

Entre las figuras grandes de Cartaginés en esos años sobresalen: Julio Morales, “Bobby Àlvarez, Gilberto “Beto” Ugalde, Herbert Quesada, Carlos Solano, “Magú” Brenes, Rafael Solano, José “Rudo” Calderón, Hilario Falcón, Hernán Morales, el argentino Ricardo Carreño y el peruano Augusto Palacios, considerados los dos mejores extranjeros que han defendido los colores azul y blanco.

Caida y resurgimiento

La cadena de desaciertos en que incurrió el Club, se extendió a lo largo de todo el campeonato del año 82, durante el cual el equipo utilizó una cifra récord de cinco directores técnicos. El últimos de ellos, Alvaro Grant McDonald, quien llegó a un equipo en agonía, desahuciado, a intentar salvar de la muete del descenso en los últimos cinco juegos.

Fue el domingo 24 de octubre cuando el CSC se despidió de la Primera División cayendo cero por uno, en el “Fello” Meza, ante el Municipal San José. Ese último verdugo de CSC en el calvario vivido a lo largo de toda la campaña de 1982. El Diario La Nación, en la crónica correspondiente a ese juego, el lunes 25 de octubre, señaló: “La realidad aceptada. Todos los jugadores cabizbajos y otros resignados en el descenso del equipo. Cartago, el otrora Ballet Azul, fue despedido con un silencio de resignación por unos pocos seguidores, fieles en estos momentos, quienes llegaron al Fello Meza”. Pero el equipo había llegado a dicho compromiso ya descendido, tras caer una semana antes en San Ramón, ante los locales, uno por cero.

El papel desempeñado por el Cartaginés se refleja en las estadísticas finales del torneo: 36 juegos disputados, 7 triunfos, 9 empates y 20 derrotas, con solo 31 goles a favor y 56 en contra.

El descalabro del 82 sirvió para que Cartago despertara y una nueva Junta Directiva asumiera con seriedad el compromiso del descenso. Fue esa decisión, adoptada con inmediatez y asumida con valentía, lo que evitó la desaparición del Cartaginés y condujo a un trabajo duro que hizo posible levantarlo de las cenizas y llevarlo de regreso a la máxima división.

El Club contrató los servicios del técnico Juan José Gamez (q.d.Dg), a quin encomendó el diseño y ejecución de un plan que condujera a retornar a la Primera División en un proceso de 2 años. Del equipo que descendió únicamente se mantuvo Hilario Falcón, Rodolfo Álvarez, Geovanny Alfaro, Carlos Bolaños y Fernando Montero.

Juan José Gamez formó un grupo con jugadores en un 95 por ciento de la provincia, reforzado con los 5 mencionados antes que actuaron en el 82, y otros jóvenes que llegaron a buscar suerte en el Cartaginés. El trabajo lo inició Gámez en noviembre de 182, un mes después del descenso, siendo su asistente técnico Sady Gutiérrez.

Ambos reclutaron jugadores de toda la provincia en una afán por escoger gente nueva, disciplinada y dispuesta a darlo todo por la institución brumosa. Esa etapa se extendió durante mes y medio, y para enero el técnico tenía lista la nómina con que iniciaría el torneo de Segunda División.

Para seleccionar a los que quedaría conformando el equipo, el técnico hizo conciencia en cada uno de ellos sobre la responsabilidad que se estaba asumiendo en representación de toda la provincia. Esa mezcla entre juventud y experiencia, matizada con responsabilidad plena, amor a la institución y compromiso con la provincia, dio frutos que le dieron a Cartaginés la clasificación a la hexagonal final en el primer lugar después de 20 juegos, 6 empates y solo dos derrotas, con 393 goles a favor y 12 en contra. En la hexagonal final que disputó el Cartaginés para buscar el regreso a la Primera, se obtuvo un excelente rendimiento que le dio el primerísimo lugar en forma invicta. El balance final fue el siguiente: 9 victorias, 1 empate y cero derrotas, 18 goles a favor y solo uno en contra.

El Cartaginés que ascendió en 1983 estuvo conformado de la siguiente manera: Rodolfo Álvarez y el joven William Brenes, quienes se alternaron la portería durante todo el torneo. En la línea defensiva destacaron la fuerza de Hilario Falcón y Fernando Montero, la elegancia de José Chan, la solvencia de Edwin “Sarapiquí” Salazar y la eficacia de Alberto Tencio. La línea media estuvo a cargo de Carlos Bolaños, Geovanny Alfaro, José Astúa y el inteligente Enrique Mora. Y en la delantera destacaron: el acucioso Manuel Monge, Miguel Calvo, Elías Arias, Manuel Mora, Alberto Guzmán y Carlos Herrera.

En 1987, el CSC volvió a disputar otra final, que se perdió ante el Club Sport Herediano.  Esa final está aún en el recuerdo de los aficionados en general por cuanto al Cartaginés le fue anulada una jugada magistralmente concretada por José Chan, quien tras un gran salto introdujo de cabeza la bola en la cabaña rojiamarilla. Ante el estupor de propios y extraños, como lo señaló toda la prensa nacional, la jugada fue anulada por el árbitro Víctor Rodríguez, en una decisión que aún nadie entiende.

Campeones de CONCACAF

Campeones de Concacaf
El Cartaginés se coronó campeón de CONCACAF en Los Angeles, ante el Atlante Mexicano.

Llegaría después un año dorado para el fútbol de Costa Rica: la participación en el Campeonato Mundial Italia 90, alcanzando el pase a la segunda ronda. Cartaginés tuvo un aporte extraordinario a ese éxito con tres jugadores seleccionados titularísimos: Luis Gabelo Conejo, Héctor Marchena y Róger Gómez.

Para 1993 Cartaginés conformó otro gran equipo en el que sobresalieron jugadores como: Desiderio Calvo, Juan Alvarado, Rónald Marín, Dáger Villalobos, Alexander Gómez, Alexander Madrigal, Humberto Brenes, Víctor Calvo, Luis “Neco” Fernández, Víctor Cascante y Bernald Mullins.

Nuevamente la “Fuerza Azul” llega a la final, pero la pierde ante Herediano, víctima otra vez de garrafales errores arbítrales. “Una decisión injusta fusiló al Cartaginés desde el punto de penal”, tituló La Nación en la crónica correspondiente al primer juego finalísimo, en el escenario del Eladio Rosabal Cordero, el domingo 4 de julio de ese año. Dos días después el árbitro del juego, Rodrigo Badilla, reconoció a La Nación que se había equivocado. “Vi el vídeo y me fui de espaldas cuando observé semejante brutalidad e injusticia que cometí”, dijo al periodista Albín Obando.

La década 1986-1995 está marcada por el logro internacional más relevante en la historia del Club Sport Cartaginés: la obtención del título de Campeones y Sub-campeones de CONCACAF, en 1994.

Para ello, los brumosos como subcampeones nacionales debieron enfrentar al Comunicaciones de Guatemala, al que vencieron 4-2 en el global en primera ronda, Luego sacaron al Petrotela de Honduras por la vía de los penales 3-2, luego de empatar a dos en el marcador global. Así el Club avanzó a semifinales, donde enfrentó al US Robert de Martinica al que eliminó 4-2 en penales, luego de un empate 0-0.

La final se jugó el 5 de febrero de 1995, contra el Atlante de México y los brumosos sacaron la victoria por pizarra de 3-2, los anotadores fueron Heriberto Quiros al 20 y al 32, Marco Tulio Hidalgo al 69 de penal; mientras que por los aztecas marcaron José Enrique García al 51 y Gastón Obledo al 56.

La década que parte de 1996 y concluyó en 2005 tuvo otra vez años sufridos para la afición cartaginesa, a excepción de 1997 cuando se obtuvo el subcampeonato.

Para el torneo 2001-2002, cuando repitiendo los errores de 1982 y del torneo 2003-2004, el Club echó mano a cinco directores técnicos. Se terminó octavo en la tabla general evadiendo el descenso en las instancias finales. En esta década, la temporada 2002-2003 fue la más digna, ocupando el tercer lugar general. Fue el campeonato en el cual el delantero uruguayo Claudio Ciccia tuvo para el Cartaginés una memorable actuación que le llevó a botar varias marcas nacionales:

– Se convirtió en el mejor goleador del CSC de todos los tiempos.
– Fue máximo artillero del campeonato con 41 goles.
– Emergió como el extranjero con más goles en un solo torneo.

En ese campeonato el equipo estuvo conformado además por jugadores como Wardy Alfaro, Sergio Martínez, Arnold Cruz, José Pablo Fonseca, Pablo Quirós, Crisrian Santamaría, Danny Fonseca, José Brenes, Allan Oviedo y José Villalobos.

Ilusiones en Naufragio

El torneo 2002-2003 sería angustiante de principio a fin: en lo futbolístico por un rendimiento desastroso y, en lo administrativo, por las divisiones en que se entró a nivel de Junta Directiva. El caso es que, tras un forcejeo intenso la Junta Directiva se quedó para conducir los destinos del equipo, despidió a De Toro y en su lugar designo a Alexandre Guimaraes.

Los triunfos obtenidos por “Guima” con la Selección Nacional en el Camino Corea Japón 2002 y el propio mundial, supuso  para la afición brumosa grandes expectativas. Fue un campeonato que antes de comenzar propagó ilusión, entusiasmo y esperanza entre la afición brumosa a partir de la sonada contratación.

Gumaraes trajo sus fichas, la mayoría “de desecho” en clubes tradicionales, no obstante, mantuvo intacto el apoyo del público e intactas las ilusiones. Pero la barca azul nunca halló aguas tranquilas y desde su partida, una noche de sábado en Guápiles enfrentó tormenta tras tormenta perdiendo puntos y partidos que le alejaban más y más del Norte.

Ya bastante lejos del objetivo y más bien a punto de naufragar y ser tragados por la amenaza del descenso, se cambió de capitán. Destituido Guimaraes, el timón del equipo llegó a ser ocupado por otros cuatro capitanes, lo cual trajo al recuerdo los errores que en 1982 llevaron al Cartaginés a la Segunda División.

Alexandre fue destituido tras una pobre campaña de 13 juegos, solo 3 ganes, 3 empates y siete derrotas. Lo sucedieron en la dirección técnica Marvin Solano, Carlos De Toro y Juan Luis Hernández. La institución brumosa vivió la campaña 2003-2004 en medio de una peligrosa tempestad, con un equipo que desde el principio permaneció sumergido en el fondo de la tabla.

Para la temporada 2003-2004 se mantiene como Director Técnico del CSC el argentino Carlos De Toro, quien en una cuestionada decisión le ordenó al Club deshacerse del portero Wardy Alfaro, por no considerarlo necesario para el equipo. Se contrató en su lugar al extranjero Carlos Díaz y dos coterráneos suyos: José Luis Zelaya y Ariel Segalla. Llegaron también los jugadores Pablo Salazar, Marvin Chinchilla y Jonathan Bolaños.

Para el Clausura y, a pesar de los esfuerzos hechos, no había forma de salir a flote. A tan solo tres fechas para el final, Cartaginés continuaba en peligro real de descenso. Fue hasta el último juego, en el “Fello” Meza ante Liberia, cuando rescataron la categoría con una anotación de Danny Fonseca al 63.

Fuente: cartagines.net

El subcampeonato del Verano 2013

Luego de un intenso torneo de Invierno en el 2012, los brumosos solamente llegaron a acumular 21 puntos y arrancaban como undécimos del torneo, solamente superando a la Asociación Deportiva San Carlos por un punto.

Javier Delgado es nombrado entrenador del cuadro brumoso y de inmediato la mano del ‘sheriff’ se nota en el equipo. El cuadro toma el liderato desde la primera fecha y mantiene un ritmo prácticamente imparable hasta la fecha 18-19, donde tras un tropiezo, el futuro campeón lo supera en la general, y termina segundo, con 43 puntos.

Los brumosos enfrentan en semifinales al Deportivo Saprissa, al cual eliminan por ventaja deportiva, luego de un empate a un gol en el global y llegan a la final contra el Club Sport Herediano, que había eliminado con global de 5-3 al Municipal de Pérez Zeledón.

La serie parece proclamar al cuadro brumoso campeón, luego de la victoria como local de los brumosos en el Estadio Fello Meza de 3 goles por uno ante los florenses. Carlos Johnson, Mauricio Castillo y Rándall Brenes definen el triunfo en el encuentro, mientras que el descuento llegaría por intermedio de Víctor Núñez.

Para el partido de vuelta, los brumosos caen ante un Herediano que, fortalecido por carencias de indole económico, sacan fuerzas de flaqueza y empatan la serie. Dos goles de Núñez alargaron la serie a los tiempos extra y fianlmente a los penales, luego de un empate global a 4 goles.

En los penales, Randall Alvarado falla y eso le otorga a los florenses el título, pese al esfuerzo y espíritu de los brumosos.

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