Foto: El Financiero
Julio Cortázar escribió una vez: «Pensar que me moriré sin haber visto en la primera página del diario la noticia de las noticias: ¡SE CAYÓ LA TORRE DE PISA!»
Como periodista confeso, reconozco que dentro de mí hay un deseo -a veces culposo- por vivir eventos históricos y presenciarlos en primera fila, contarlos con mi propia palabra, sentirlos con mi propia existencia ajustada casualmente a esos hitos únicos.
Uno de tantos titulares, que pensaba como algo lejano y que al igual que Cortázar llegué a creer que no sucedería, es el que estoy escribiendo justo ahora, quizá como noticia repetida pero no me importa, yo, como cualquiera, también quería: ¡CARTAGINÉS CAMPEÓN NACIONAL!
Y es tanta la satisfacción de estar redactando la noticia de las noticias, que no sé cómo explicarle que hasta me pican los pies por salir corriendo desde mi casa en Heredia hasta el centro de Cartago, fundirme en un abrazo de felicidad que dure 81 años y ser testigo con mis propios ojos del festivo desahogo de los que están presentes y también de los que ya partieron, esperando con su corazón amorosamente azul al que solo la muerte lo detuvo. No es mi bus, pero me subo.
Atrás quedó aquel ingrato gol a “Bobby” Álvarez, la anotación anulada de José Chan, el no-penal del 93, el desastre del 2013, la tristeza de tantas veces llegar y quedarse en la puerta, adiós al muñeco, a la maldición de la Basílica, a los mitos y las leyendas urbanas, adiós, adiós. ¡Habemus Papa! me sugirió jocosamente Miguel Sánchez en un foro de Twitter, a quien seguramente le corren las lágrimas por el rostro leyendo esto, se vale totalmente.
¡Celebren Cartagos! No están soñando, lloren, brinquen, griten, rían, beban… Siéntanse más vivos que nunca junto a su equipo, porque su club, el Decano del Fútbol Nacional, el Ballet Azul ¡VIVE, CARTAGO VIVE!
Que alegría tan bonita, que momento tan memorable. Gracias por llegar hasta aquí, nos leeremos de nuevo si un día, por azares del destino, se cae la Torre de Pisa, ahora más que nunca, creo que cualquier cosa es posible.
Dedicatoria: A Fello Meza, en su cumpleaños. A Manuel Antonio “Pilo” Obando. A German Valverde (“caca ‘e gato”). A mis amigos aficionados al Cartaginés y a todos los brumosos que han existido y están felices. Un abrazo.
