La Asociación Deportiva Carmelita llegó con todo en su contra. Era de ganar y esperar un milagro a muchos kilómetros de distancia, en San Isidro de Coronado. Pero el futbol es tan impredecible que eso lo hace el deporte más hermoso del mundo.
Sin embargo y como en la vida, en el futbol también ocurren milagros y hoy fue el de los verdolagas, quienes viajaron hasta Guápiles a ser testigos de una proeza futbolística. Derrotaron por la mínima al Santos de Guápiles. Su trabajo fue cumplido a la perfección.
El gane era una necesidad y por eso se fueron al frente desde los primeros minutos. Verny Ramírez tuvo las primeras de tanteo frente la portería del santista Marco Madrigal.
Los locales no hicieron mayor daño a lo largo de los 90 minutos. Eso lo aprovecharon los dirigidos por Vinicio Alvarado, quien de paso se convirtió en el salvador del equipo, para anotar el primer y único gol del juego.
Al 27’ apareció Carlos Hernández, el corazón del equipo, quien con su arma letal, el remate de media distancia, soltó un derechazo, donde la pelota se estrelló en el horizontal y de ahí al fondo del marco. La alegría y esperanza explotó como hace mucho no lo sentían en la institución amada de ‘Cañón’ González.
Ese gol fue suficiente para el triunfo de Carmelita. Los minutos finales fueron para matar de un ataque cardíaco a sus seguidores, pero el milagro se cumplió. Junto a la derrota de un Uruguay de Coronado que dio pena en el cierre del certamen, hace que se mantengan en la división de honor.
¡Carmelita es de Primera!
